Caza de Ciervos

La caza de ciervos es un tema que concentra opiniones divididas, donde practicantes de esta actividad y amantes de la naturaleza exponen argumentos donde cada uno mantiene una postura que consideran como la correcta.

La caza y la defensa de ciervos son temas con muchas aristas que debemos conocer antes de emitir un juicio de valor. Es una situación compleja y algo complicada en determinados puntos, pero lo importante es informarse para poder debatir con una propuesta, una solución o un acuerdo.

Cazadores de ciervos

Por parte de los cazadores de ciervos, la sobrepoblación de estos mamíferos ha sido tomada como excusa perfecta para reducir sus números a base de matanzas controladas. Varios estados o provincias de ciertas partes del mundo reparten un determinado número de licencias que permiten al cazador disparar al individuo que pertenezca a la población de ciervos en aumento, contribuyendo así, según ellos, al equilibrio ecológico y al mismo tiempo a la satisfacción personal de llevarse a casa un merecido trofeo.

Varios estados o provincias permiten la caza de ciervos bajo licencia.

Defensores de la naturaleza

Los grupos de conservación y los defensores de la naturaleza de ninguna manera aceptan las razones que anteriormente leímos. Como primer punto a considerar, los ciervos tienen un ciclo de vida que incluye varias etapas importantes para su desarrollo. Supuestamente la caza controlada prohíbe la matanza de madres con crías, madres embarazadas y cervatillos, pero la que se lleva a cabo de manera ilícita no contempla estas reglas.

Cervatillos huérfanos o adultos heridos por disparos con mala puntería ya no pueden llevar una vida normal. Se ha comprobado que los que son lastimados con ballestas o flechas tradicionales no mueren al instante, sino que sufren agonías prolongadas y muy dolorosas. Un estudio británico afirmó que algunos ciervos demoran más de 15 minutos en morir.

Recordemos que cervatillos huérfanos o adultos heridos por disparos con mala puntería ya no pueden llevar una vida normal.

Como segundo punto, el equilibrio de población se hace de manera natural con ayuda de los depredadores quienes capturan a enfermos y débiles. En cambio, los cazadores prefieren a los más grandes y sanos, es decir, los de mejor genética, aquellos que dejan una descendencia más fuerte.

Los sobrevivientes son más débiles o más pequeños que los dominantes, lo que permite la entrada a generaciones cada vez menos resistentes y menos capaces de sobrevivir.

Como punto número tres, para la solución a la sobrepoblación de ciervos no se considera el uso de armas. Se busca la implementación de métodos seguros y eficaces para reducir la fertilidad de las especies fuera de control. Aunque esto ha llevado mucho trabajo y tiempo, los resultados a largo plazo serían favorables para el equilibrio en general.

Ciervos introducidos

El ciervo colorado o Cervus elaphus, por poner un ejemplo, es nativo de Europa y fue introducido a otras latitudes meridionales para salvarlo de la caza y evitar su extinción. Ahora Nueva Zelanda, Australia, Chile y Argentina son su nuevo hogar. No obstante, para estos dos últimos países su acogida no fue considerada como la mejor decisión, puesto que su liberación al entorno salvaje detonó efectos negativos en la ecología local, compitiendo con otros herbívoros nativos y ocasionando cambios en la vegetación necesaria para otros tipos de especies.

Ante esa problemática, la caza se ha considerado como una solución para evitar la proliferación excesiva, y así, conservar la vida silvestre autóctona que ha sufrido las consecuencias del error humano. La pregunta aquí es, ¿No existirá una medida más amable?, ¿fueron recibidos para sufrir por la misma razón por la que salieron de Europa?

La caza por supervivencia no es igual a la caza por diversión o pasatiempo.

Para concluir, la caza por supervivencia no es igual a la caza por diversión o pasatiempo. Pobladores indígenas de varias partes del mundo cazan a sus animales para conseguir comida, vestimenta, utensilios y armas hechas con las propias manos. En la caza por deporte se utilizan armas más sofisticadas, las cabezas son colgadas en una pared y parte de la carne llega a ser utilizada para consumo, pero no precisamente para sobrevivir.

Algunas organizaciones internacionales (no precisamente ecologistas) afirman que la caza deportiva bien aplicada y regulada puede contribuir a la lucha contra la pobreza de núcleos humanos subdesarrollados, al mismo tiempo de proteger a las poblaciones de ciervos, pues la cacería es controlada y direccionada a ejemplares permitidos que no estén en edad reproductiva.

Usted tiene la última palabra.

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